
Actualización RECIST (Response Evaluation Criteria In Solid Tumors)
Hasta hace pocos años, la detección era el principal objetivo para la realización de estudios radiológicos. En la actualidad el seguimiento de los pacientes que se encuentran en tratamiento es una de las principales indicaciones. La información obtenida en la realización de estos estudios permitirá al clínico establecer la respuesta al tratamiento y, además, será una de las principales herramientas para continuar, reemplazar o suspender el tratamiento establecido.
Por tanto, valorar la respuesta al tratamiento en pacientes oncológicos es un papel fundamental del radiólogo, consistente en medir antes y después del tratamiento. La aplicación más útil y fundamental es en ensayos clínicos ya que, además de valorar la efectividad del fármaco utilizado, se unifica con un lenguaje común internacional esta valoración.
Diferentes criterios de respuesta han sido propuestos desde que en 1976 los oncólogos Moertel y Hanley propusieron observar la variabilidad cuantitativa que hay entre diferentes observadores. Para ello realizan el siguiente experimento: colocan 7 bolas de diferentes diámetros encima de un colchón blando y tapadas con una manta e invitan a 12 oncólogos expertos a que por palpación indiquen el tamaño de cada una de ellas observando la disparidad de las medidas registradas.
En 1979, la OMS fija los primeros criterios de valoración de la enfermedad basado en la cuantificación bidimensional de las lesiones. En el 2000 se publican los criterios de evaluación de respuesta en tumores sólidos, con el acrónimo en inglés RECIST, criterios que en el 2001 un grupo de 7 hepatólogos europeos definen para valorar las lesiones tumorales hepáticas EASL de European Association for the Study of the Liver.
En 2008 son publicados los criterios modificados de RECIST para valoración del hepatocarcinoma, adaptando los criterios de tumor viable como la parte de tumor que tiene realce en fase arterial tras la inyección de contraste.