
Anestesia y sedación
La morbimortalidad, el envejecimiento de la población, el incremento de la esperanza
de vida, así como el desarrollo de la tecnología, entre otros factores, han dado lugar al
incremento de la demanda de actos anestésicos. El cambio conceptual del acto
anestésico propiamente dicho a la medicina perioperatoria ha llevado a la aparición de
nuevas oportunidades para la enfermería de anestesia que no sólo representa una
ayuda para el anestesiólogo, sino que conlleva una práctica avanzada de la profesión.
Esta práctica requiere de profesionales enfermeros dotados del conocimiento
suficiente y necesario que les permita ofrecer unos cuidados especializados adaptados
a las nuevas circunstancias. Sin embargo, España es uno de los pocos países sin la
especialidad reconocida de “enfermera de anestesia” lo que conlleva a un vacío en
cuanto a las funciones y competencias de la enfermera de anestesia a diferencia de la
mayoría de los países europeos y de Estados Unidos.
La Asociación Internacional de Enfermería de Anestesia (IFNA) la define como,
aquella que “provee o participa en la realización de técnicas avanzadas o
especializadas y servicios de anestesia a pacientes que requieran de los mismos
cuidados respiratorios, resucitación cardiopulmonar y/u otras emergencias o servicios
de mantenimiento de la vida cuando sea necesario. Igualmente participa en la
aplicación de las diferentes técnicas analgésicas tanto para el dolor agudo, como en el
crónico, en el ámbito de las clínicas y unidades de dolor”. Esta definición engloba a
todas las enfermeras de anestesia, sin tener en cuenta el grado de autonomía que
ejerzan, según el país y su consecuente legislación. La IFNA, en un estudio realizado
en 96 países de la World Health Organitation (WHO) en 1998, concluyó que en un
80% de las anestesias realizadas en estos países participaba una enfermera de
anestesia. En el 45% de estos casos la anestesia era administrada por la propia
enfermera. Debido a la variabilidad formativa según el país, la IFNA decidió en 2012,
determinar unos estándares formativos a nivel mundial para los programas
postgraduados en enfermería de anestesia.
En 2012, las competencias y funciones en España de las enfermeras de anestesia
fueron definidas por la Asociación Española de Enfermería de Anestesia, Reanimación
y Terapia del Dolor (ASEEDAR-TD), como las de una enfermera especialista y en
sintonía con las definidas por la IFNA. Sin embargo, sigue sin existir una formación
reglada como tal para la labor de la enfermera de anestesia, a pesar de que existe un
gran número de enfermeras que trabajan en el ámbito de la anestesia realizando sus
funciones en la mayoría de los casos a través de la enfermera circulante del quirófano.
Es por ello por lo que es necesaria una formación para garantizar el cuidado y la
seguridad del paciente, así como la participación y realización de cuidados y técnicas
avanzadas en anestesia.
Con la realización de este curso se pretender dotar a los profesionales de enfermería
de los conocimientos necesarios de la práctica anestésica en el entorno quirúrgico,
fomentando la participación de la enfermería en todo el proceso anestésico. Adquirir
las competencias necesarias para prestar cuidados especializados garantizando la
seguridad y bienestar del paciente, así como el trabajo en equipo.