
Alimentación y deterioro cognitivo
Según la Organización Mundial de la Salud el grupo de edad de más rápido crecimiento en el mundo es el de las personas ancianas, gracias al tremendo avance en las terapias ahora disponibles y de la calidad de vida. Desafortunadamente este incremento se acompaña de un significativo aumento en la carga de enfermedad, con el consiguiente gasto económico. Uno de los procesos más prevalentes en esta población es la pérdida de capacidad cognitiva, por encima de lo común para su edad y formación intelectual, lo que se denomina deterioro cognitivo leve (MCI: mild congnitive impairment). Este proceso tiene el valor adicional de que puede ser una forma inicial de desarrollo de una demencia o de una enfermedad de Alzheimer.
A pesar del relevante progreso que se ha producido en los últimos años, en el conocimiento de estas enfermedades, los avances son escasos en el control de las mismas, por lo que tiene gran interés la inquietud científica reciente por aportar pruebas, que muestran la posibilidad de enlentecer el MCI y las demencias con un estilo de vida saludable. En el tema de la dieta generalmente son estudios observacionales, aunque ya hay algunos ensayos clínicos. Por ello merece la pena analizar y poner al día este tópico de tan tremendo interés para las personas y para la sociedad.