
3ª ed. Radiología del aparato locomotor I
La radiología es una disciplina médica en constante desarrollo y expansión que ha experimentado un crecimiento imparable en los últimos años, fruto del desarrollo de novedosas técnicas de imagen útiles para el diagnóstico de una gran variedad de enfermedades y procesos patológicos.
Los avances en el terreno de la informática, de los procesadores, así como en la transmisión y almacenamiento de imágenes ha permitido que la radiología alcance diagnósticos que antes solo podíamos soñar: podemos cuantificar el espesor del cartílago de una rotula con técnicas no invasivas, identificar hernias discales sin hacer mielografías, o explorar los músculos y tendones con ecografía mientras se contrae el músculo en tiempo real.
La relación entre la Radiología con otras disciplinas de las Ciencias de la Salud no ha dejado de aumentar en cantidad y calidad en los últimos años debido a dos factores fundamentales:
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La difusión de las técnicas de imagen entre los profesionales de las ciencias de la salud ha popularizado su uso.
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El incremento de su precisión diagnostica la han convertido en una herramienta imprescindible para el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades.
La fisioterapia musculoesquelética es una de las especialidades que más se ha beneficiado del desarrollo de las técnicas de imagen, ya que muchas patologías no tienen una imagen radiológica específica o exclusiva, pero el empleo de otras técnicas de diagnóstico por imagen como por ejemplo la resonancia magnética (RM), la ecografía o la tomografía computarizada (TC) han ayudado a establecer diagnósticos que antaño no eran posibles.
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El uso de la resonancia magnética en las patologías musculoesqueléticas (columna, rodilla…) ha permitido visualizar tejidos internos (discos intervertebrales, meniscos, ligamentos) con una correlación anatómica asombrosa.
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Por otro lado, la ecografía tiene una gran utilidad en la valoración de la patología músculo-tendinosa, debido a la rapidez y amplia disponibilidad que la caracterizan, permite cuantificar laceraciones o ruptura de fibras de forma segura y eficaz en tiempos breves.
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La nueva generación de TC con múltiples detectores ha permitido desarrollar imágenes tomográficas en cualquier plano del espacio, con su consiguiente aplicación en la evaluación de las fracturas, la presencia de fragmentos intraarticulares o de alteraciones en la alineación de las estructuras óseas.
¿Qué tiene la imagen que la hace imprescindible? Tiene el valor de la comunicación, de síntesis; así la expresión de todos los acontecimientos que rodean a una enfermedad tienen cabida en una imagen: su etiología, mecanismo de producción, síntomas y evolución.
Todo ello se puede resumir en imágenes de radiología, TC, RM o ecografía. Una imagen diagnóstica no tiene comparación en nuestra forma de entender la asistencia sanitaria, por lo que el profesional que domine la imagen médica en su ámbito de actuación tiene mucho ganado en cuanto a su quehacer diario. Un enfoque correcto de la patología es la puerta al tratamiento y a la curación de nuestros pacientes.
El conocimiento de las técnicas de imagen se fundamenta en dos principios:
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El primero es el estudio de cómo se «expresan» las enfermedades en las diferentes técnicas («no se diagnostica lo que no se conoce»).
El segundo en su uso constante aplicando los conocimientos adquiridos en la práctica diaria.